ELLA…

Ella, que me abraza sin tocarme, se me arrima alejándose…

Ella, arrecife de corales

arrebol de los mares,

carmín del sol que entra

por mis ventanales.

Ella, pulcritud y compostura

que rompe las costuras de mi endeble corazón…

Adorno y vestimenta que a la luna ornamenta

opacando el brillo de las estrellas,

que se vuelven fugaces al no sentirse capaces

de competir con la belleza que les rodea…

Ella, que atesora y guarda en su lado izquierdo la luz que nunca se apaga…

Atalaya y vigía de mis horizontes que sonríe entre los montes

porque está impregnada de dicha…

Ella, aterciopelada, suave y afelpada,

que emerge inmaculada entre las sombras más oscuras

para señalar el camino que se persigue entre las brumas.

Culminación, auge y apogeo de la mujer que quiero,

amparo, protección y ayuda

que te cubre de ternura, entre caricias y besos.

Incremento y extensión de mis sentimientos,

donde no existe más lamento que el no haberte respirado antes…

Nimbo y aureola que sueño contigo a solas,

mientras transcurren los días y sus horas

para llevarte sin demora al corazón que te añora.

Azúcar y melaza de la dulzura de tu terraza

desde donde se divisan los ojos que adornan tus pestañas…

Almíbar y caramelo, que serenamente digiero

mientras me pierdo en tu Yo de terciopelo.

Abanico de tentaciones que agitan mis emociones

con la brisa que me acaricia cuando el sol se pone…

Protección, amparo y salvaguarda

que mi alma guarda en la coligine

y la oscuridad para que su candidez e inocencia

alumbren como el candil en las noches cerradas.

Autor Tomás Seisdedos Ortiz

Pseudónimo Tomas6d2

ROSA AZUL.

Quiero mandar un fuerte abrazo a todos mis compañeros del Centro LAZARETO

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